«Encuentro a los árboles vivos, muy hermosos, extraordinariamente autónomos y volveré a hablar de ello, pues la autonomía es esencial: lo único que pide un árbol es que se le deje en paz». Con esta frase, que aparece en la primera página de La vida de los árboles, Francis Hallé ya me había cautivado.
Francis Hallé es un apasionado de los árboles. El verano pasado, tuve la suerte de escucharlo hablar sobre su proyecto para hacer renacer un bosque primario en Europa Occidental. Se me puso la piel de gallina de la emoción. Francis Hallé tiene 82 años y más energía que la tuya y la mía juntas. Es botanista, biólogo y uno de los más grandes especialistas en árboles del mundo. Los ha estudiado toda su vida. Los observa, los contempla, nunca dejan de sorprenderle y de maravillarle. Para Francis Hallé, los seres humanos deberíamos aprender mucho de ellos. En La vida de los árboles, el autor nos transmite su pasión duradera por estos seres extraordinarios (que tenemos un poco olvidados) y nos muestra una forma diferente de entenderlos.
Además de conocer los árboles profundamente y de ser un gran comunicador, en La vida de los árboles, Francis Hallé comparte unas ilustraciones hechas por él, que son pequeñas obras de arte.
En la contraportada
Del inabarcable reino de la flora, los árboles son uno de los seres vivos más presentes en la cultura humana y, sin embargo, están todavía lejos de revelar todos sus misterios y secretos. Son seres bellos, ingeniosos, de enorme envergadura e increíblemente capaces de ocupar el espacio, salir de cualquier situación difícil y resistirse a la voluntad de control del hombre. No molestan y viven más que cualquier otro ser vivo.
Publicado por la editorial Gustavo Gili, en 2020.
Título original La vie des arbres, © Bayard 2019.
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